miércoles, 7 de marzo de 2018

Pensamiento


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El acero que me envolvía y se vanagloriaba de ser impenetrable se resquebraja como si de la flor mas débil se tratara. 

Es la esencia de la debilidad. 

Una canción sin fondo ni forma que no tiene sentido ni explicación.
El delirio de un loco que se niega a serlo. Se derriten mente y sueño en el compás de un tic-tac que huele a azufre y a miedo.

Baste una sonrisa para mitigarlo. O un beso inesperado. O un tren que nunca se detiene y cuya velocidad derrumba espacios y segundos.

Se forman historias en los dedos de los que tan solo se sumergen en pensamientos que huyen del lodo acumulado por los años.
Solo podrán salvarse aquellos que aun piensen. Aquellos que aun crean en las luces que sirven a las almas allá en el horizonte.

Algunos llaman vida a aquello que les hace respirar, olvidando que eso tan solo es aire.
Se acaban las balas para abrir caminos eliminando a enemigos cuando tan solo hay uno: el que llevamos dentro, el que derrite nuestra coraza de acero agrietándola por la erosión de nuestras penas 

¿Cómo salir de esta cárcel que me para? ¿Cómo inundar de colores los mundos grises que me rodean? ¿Cómo conseguir corduras y sabores por inventar en esta sucesión de pedradas anónimas que llevan nombres que deberían importarnos una mierda?

Hay piedras que no se pueden romper…pero se pueden rodear. Esas piedras nos llenan de llantos y promesas que se rompen sin haberlas pronunciado aún.
Hay miradas que no sirven mas que para tirarlas y otras que guardan tantos mundos como grande es el universo…
¿Y que pesa mas? ¿Qué vale mas?
Saca tu balanza y pesa, mide…

Hay trenes que nunca se marchan aunque no llegues a la hora de tomarlos…
Te esperan.
Te aguardan siempre…
¿Qué es un reloj sino un dictador de leyes confesas e indignas?…¿Que es?
Tan solo una coraza que ansía ajarse…
Una coraza que desea agrietarse…


Muerte, no me esperes…que no he terminado…dame parches…

Que aún estoy por acabar…




1 comentario:

  1. Triste, pero bonito. Grande, pero humilde. Metafórico, pero cierto. Melancólico, pero esperanzador. Un reflejo del que escribe.
    Un beso muy grande!

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