miércoles, 6 de septiembre de 2017

Trono Oscuro


He vuelto al lugar donde una vez fui proclamado amo y señor de mi reino.
Vuelve el gran salón del trono a extenderse ante mi, tan lleno de soledad como antaño. Desde sus fríos rincones creo oir los susurros de conspiración de aquellos que dejaron su alma por arrebatarme todo aquello que creí mio. Pero no, es mi mente enferma de recuerdos la que cree oir voces donde no las hay. En esta sala me acompaña tan solo un vacío tan frío y afilado como un cuchillo que es capaz de herir los gruesos muros que me rodean...

Aquí, sentado en mi trono de negra piedra, intento convertirme en amigo fiel de este silencio que me ensordece, pero no encuentro la palabra exacta que lo consiga...ni la ira necesaria que lo destruya. No, no puedo. Donde antes residía la fuerza de mil hombres no queda mas que el alma torturada de quien una vez fue rey.

Un rey que ha recobrado un trono que se alza sobre un yermo, pues no hay luz en este lugar....En mi reino negro sólo hay caminos que llevan a otros, que a su vez son cruzados por otros tantos...nada lleva a nada, un laberinto enfermizo pintado por la mano retorcida de un loco... 

¿Loco? Si, yo debo ser ese loco. He de serlo. Siento la locura creciendo como una flor nocturna. Hay criaturas viscosas y negras como la pez que encogidas en cada una de las sombras me miran con ojos vacíos y desencajados, acechantes, a la espera, quieren apoderarse de mi alma, vaciar este cuerpo de cada una de las cosas que me hacen ser quien soy....
Seres inmundos nacidos del infierno de esta soledad que respira en cada rincón de mi castillo.... bestias supurantes y hambrientas de mi sed, de mi hambre, de mi felicidad....

Aquí, desde mi trono, en este sórdido palacio plantado ante el más terrible de los abismos, mi corazón lanza un deseo tan fuerte como las piedras que convierten mi reino en una tumba....Deseo la llegada del sol, de la luz, que vuelva a mi la respiración y el calor, que cada sombra sea aniquilada...
Respiración y calor...Un despertar. Que venga quien me proteja...Que me defienda. Que su vida sea tan importante como la mía 

Y que esos escudos no sean los míos...
Sino los tuyos...

Para Edgar Allan Poe